jueves, 19 de junio de 2008

Coliseo, denominación equívoca

Junto al Coliseo puede verse hoy un parterre cuadrangular ligeramente elevado con un par de escalones, a modo de zócalo, en el cual hay plantados un grupito de encinas. Según indica una inscripción, este cuadrado marca las dimensiones exactas que tenía el pedestal (las ruinas de este pedestal fueron destruidas por orden de Mussolini) de una famosa estatua de época antigua: el Coloso de Nerón, una estatua gigantesca que éste mandó colocar en el atrio de su Domus Aúrea. Basta contemplar las dimensiones de este zócalo, que tenéis en la fotografía, para quedar atónito ante la envergadura que debió alcanzar la estatua.

El Coloso de Nerón está considerada como la mayor estatua de bronce jamás construida por el hombre. Plinio el Viejo la atribuye a Zenodoros, escultor de origen griego y especialista en estatuas de gran tamaño. Le atribuye una altura de 119 pies, lo que equivale a más de 35 metros. Citemos a Plinio:

(Zenodorus)...Romam accitus a Nerone, ubi destinatum illius principis simulacro colossum fecit CXIXS pedum longitudine, qui dicatus Soli venerationi est damnatis sceleribus illius principis. Esto es: “llamado a Roma por Nerón, (Zenodoro) hizo un coloso de ciento dieciséis pies de altura con la imagen de ese príncipe, que fue dedicado al culto del Sol por los reprobados crímenes de aquel”.

Como podemos observar estaba dedicada al Sol, Helios en griego, al igual que su modelo, el famoso Coloso de Rodas, una de las siete maravillas de la Antigüedad. Siguiendo a algún autor, el discípulo superó al maestro, pues la altura del de Rodas era de 32 metros. Ninguno de estos colosos ha llegado hasta nosotros. El Colossus Neronis, con su base, alcanzaría casi la altura del entonces llamado anfiteatro Flavio, lo que nos da una idea de su gigantismo. La cuestión que nos planteamos es si el anfiteatro, por sus colosales dimensiones, dio origen al nombre de “Coliseo” o si fue la estatua de Nerón la que lo originó.

La mayoría, por no decir todos, de los libros sobre este edificio dan por sentado que el nombre de Coliseo procede de la enorme estatua colocada por Nerón en el atrio de la Domus Aurea. Dice un reconocido arqueólogo romano que “el nombre de Coliseo, atribuido al anfiteatro en el siglo VIII por primera vez, deriva no de las proporciones de éste, sino de la cercanía de la estatua colosal”.

Sin embargo, lingüistas de reconocido prestigio creen que fueron las propias dimensiones del anfiteatro las que originaron esta denominación. Citemos también a uno de ellos: “Colosal, en latín colossicus, en griego kolossaios. De éste procede el latín colosseus que se empleó sustantivado para designar el grandioso anfiteatro Flavio de Roma (...). El nombre parece explicarse por las dimensiones colosales del edificio y no, como se ha dicho muchas veces, por la estatua colosal de Nerón que se hallaba cerca del edificio.” Como veis, hay opiniones para todos los gustos.

En la Edad Media se pensaba también que el nombre provenía de la pregunta que se hacía a los cristianos ante la gran estatua del dios Sol: Colis eum? ¿lo adoras?, y a quien respondía que sí los soldados del emperador le dejaban libre. Pero esto, evidentemente, no pasa de ser una simpática etimología popular.

Aquí tenéis una reconstrucción con el Coliseo y su coloso.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Hola!
Me ha parecido muy, muy interesante esta entrada. Habría apostado varias de mis extremidades a que el Coliseo se llamaba así por la estatua de Nerón divinizado, y me sorprende encontrar opiniones contrarias tan bien fundadas. Una entrada muy por encima de la media de lo que se suele encontrar en internet.