miércoles, 7 de mayo de 2008

Destino Roma

Guardo bien grabadas en mi memoria algunas de las primeras impresiones que recibí en Roma: la Plaza de San Pedro, el Coliseo y la Fontana di Trevi causaron en mí un fuerte impacto. Era la misma sensación que había experimentado ante la fachada de la Catedral de Burgos, el acueducto de Segovia o las murallas de Ávila, por hablar de monumentos cercanos. Uno se queda sin habla, desbordado por lo que tiene ante sus ojos. Luego, he intentado reproducir la misma sensación al ver estos monumentos por segunda vez... pero ya nunca vuelve a ser lo mismo. La magia de ese primer encuentro, cuando un lugar te desborda y te domina de tal forma, se desvanece para siempre y sólo queda ya su recuerdo. En esta vida, hay una única oportunidad de ver el Coliseo por primera vez, y sólo una vez en la vida le es concedido al hombre entrar en la basílica de San Pedro por primera vez.

Los que viajaréis a la Ciudad Eterna por vez primera tenéis esa gran suerte. Desde este blog intentaré transmitiros toda mi experiencia en esa ciudad, fruto de viajes frecuentes y prolongados. Espero que os ayude a aprovechar al máximo vuestra estancia en Roma. Ya me contaréis si os sirven.

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